Galería Karen Huber presenta Paisajes, un proyecto colaborativo en dos etapas, del pintor  Ana Segovia (Ciudad de México, 1991) y el coreógrafo y bailarín Diego Vega Solorza (Los Mochis, Sinaloa, 1990). A partir del 3 de septiembre, se inaugura el tercer solo show del pintor en la galería. Durante GAMA Week, Paisajes se convertirá en un acto escénico en su etapa colaborativa -de nombre homónimo- junto con Vega Solorza.

La exposición individual del pintor consta de seis piezas dispuestas sobre una estructura de madera, las cuales aluden a la secuencia cinematográfica y generan una sensación de movimiento pictórico a través de las obras. En la sala principal el artista  presenta un mural de ocho metros pintado sobre una estructura curva. El gran formato apela al muralismo mexicano como el constructor del imaginario visual y narrativo de la patria. El uso no lineal del espacio juega con la percepción del espectador, dando la sensación de que el ojo se transforma en un lente gran angular. Segovia no escogió una de las paredes de la galería sobre la que pintar su mural, sino que obligó al espacio a curvarse para albergar un paisaje sin figuras humanas, decisión que hace que la exposición de Segovia  dialogue a su vez con la tradición de la pintura escenográfica, encargada de hacer transformar un lugar en otro. 

En un segundo estado, Paisajes se transforma en un ejercicio escénico desde la danza en la colaboración entre Diego Vega Solorza y Ana Segovia. El telón, el vestuario, la música, la iluminación y todos los elementos puestos en escena hacen que de esta colaboración emerjan nuevas cualidades que transgreden las disciplinas por sí solas. Vega Solorza conceptualiza la danza como un elemento que, en conjunto con el mural, propone un diálogo y reflexión sobre la manera en que los cuerpos -pintura, danza, indumentaria, música e iluminación- intervienen en el espacio. En este sentido, es el grupo de bailarines quienes transitan y se desdoblan en la pintura mural, evidenciando este ejercicio como una forma de arquitectura en el tiempo, el  trazo y su significación.  Vega Solorza trabaja con el concepto de la masculinidad como una identidad en la que se vive y se habita. La danza se piensa como un ente que se desprende del mismo universo que propone la pintura y se transforma en movimiento a través de patrones y conductas físicas y corporales que reflejan procesos de la construcción de la masculinidad. 

Todos estos procesos sucederán en el espacio de Galería Karen Huber, lugar del que se espera una sala de exposiciones al uso, por lo que, Paisajes transformará por completo el espacio. Desde su conformación, Galería Karen Huber ha hecho una apuesta por retomar la pintura, este proyecto es la tangible evidencia de la fuerza con la que ha resurgido esta disciplina en el arte contemporáneo y su capacidad propositiva. Con Paisajes, Ana Segovia y Diego Vega Solorza, consiguen desdibujar los límites, no solo de disciplinas artísticas -como la pintura, el teatro, la danza, la música, el cine o la arquitectura-, sino también los límites de identidades nacionales o de género. 

Paisajes comienza con la búsqueda de lo común entre las disciplinas de estos dos artistas, a saber, la pintura y la danza. Para ello tuvo que suceder la fase previa de documentación donde ambos artistas, junto a la investigadora Mariel Vela (Tamaulipas, 1991), se dieron a la tarea de construir el marco teórico que sustenta el proyecto. Uno de estos hallazgos comunes fue el deseo de ambos por la transformación del status quo utilizando sus respectivos medios formales como vehículo. Es por esto que Paisajes está pensada desde una sensibilidad propositiva que nos invita a proyectar hacia el futuro para imaginar la utopía en sus infinitas posibilidades.