Lucía Vidales - Un lugar para sí misma
SEPTEMBER - OCTOBER, 2021
Un lugar para sí misma by Lucía Vidales will be shown in the Main Room. Through her work, Vidales shares a personal interest for the body–alone or in relation to others, moving or reclining. Anxious, broken, fragmented or twisted bodies seem to leave, or fall into, deep and ambiguous spaces.
Lucia describes her sense of color as liminal and versatile. The fluid trait of her pieces emphasizes her unique visual imaginary. At first sight it appears to be a dream world, yet it also mirrors the tragic aftermath of the historical imaginaries, in particular colonial, that stalk the female body up to this day and create paradoxical narratives.
This particular body of work takes the Malinche as its starting point: A woman with a unique role in history–perhaps also liminal, as the works in question, a woman that didn’t conform to the standards of pre-Columbian societies, nor to colonial standards, creating a new place for herself. Her figure, a halfway house between myth and reality, is always surrounded by misunderstandings and problems. This paradoxical being interacts with some of the figures from the paintings, figures that tend towards the animal, bodies that flow, that choose not to be from here or from there.
En la sala principal presentamos Un lugar para sí misma de Lucía Vidales, quien a través de su obra muestra un interés particular por el cuerpo, ya sea yacente, en movimiento o en relación con otros. Cuerpos ansiosos, doblados, rotos o fragmentados parecen salir, o quizá hundirse, en espacios profundos y ambiguos.
Vidales describe su sentido del color como liminal y polivalente. La cualidad fluida de sus obras enfatiza ese imaginario visual tan suyo, que a simple vista parece solo un mundo onírico pero que también refleja la trágica consecuencia de imaginarios históricos, particularmente coloniales, que siguen acechando a los cuerpos femeninos y creando narrativas paradójicas.
Este cuerpo de obra en particular, toma como punto de partida la idea de la Malinche, una mujer con un papel único en la historia, hasta cierto punto liminal como su obra: una mujer que no se ajusta a los estándares de las sociedades prehispánicas, pero tampoco a los de la colonia, creando con ella misma un lugar nuevo, un lugar para sí misma. Su figura, en un espacio intermedio entre el mito y la realidad, está siempre rodeada de malentendidos y problemáticas. Este ser paradójico se relaciona con algunas figuras representadas en las pinturas, figuras que tienden a lo animal, cuerpos que fluyen, que eligen no ser ni de aquí ni de allá.