Héctor Madera - Érase una vez una historia feliz
JULY - AUGUST, 2021
For his second solo show in the gallery, Héctor Madera presents a new body of work that resumes the use of paper, collage and tape; the media that he worked with while taking a master’s degree in Brooklyn College (New York) and that he put aside for a couple of years to experiment with painting and other media.
Madera’s work comes from personal experiences and from observing everyday scenarios that reflect daily struggles. Embarrassing moments, unfortunate circumstances, and insignificant achievements are the inspiration of his artistic practice. This new body focuses on his separation process from an important partner, to whom he dedicates the show.
We encounter flowers—as a leitmotiv—represented through diferent media, neon lights, on large sheets of film paper or as collages made from a sort of memorabilia: flyers, drawings, clippings and magazines from 2010 and 2011–the period when the relationship begun. Through these gestures, the artist tries to express his emotions, the sadness and feeling of loss, in a happy yet melancholic way. The flowers represent an act of humility; flowers are happiness, but also grief. The neon flower on the floor was cut; the artist kneels to get it and ofers it as a farewell gesture.
Accompanied by the text A ‘Kitsch’ Homage to Loss by curator Abdiel D. Segarra Ríos, this series reveals without any doubt a more sensitive side of Madera, or as he puts it a ‘soft Madera.’ Away from his play with words, from the reggaeton slang and the degeneracy that we normally see in his work, here the artist opens up to reveal his deepest nature and to openheartedly share sadness from a place of pleasure and happiness.
Para esta segunda exposición, Héctor Madera presenta un nuevo cuerpo de obra en el que retoma el papel, el collage y el tape; medios con los que trabajaba cuando hacía su maestría en Brooklyn College (Nueva York); y a los que vuelve tras un par de años de experimentar con la pintura y otros medios.
El trabajo de Madera surge tanto de experiencias personales como de la observación de situaciones cotidianas en las que se ve reflejada la lucha del día a día. Momentos embarazosos, circunstancias desafortunadas y logros insignificantes son la inspiración de su práctica artística. Este nuevo cuerpo de obra se enfoca en el proceso de separación con una persona importante y a quien le dedica la exposición.
Encontramos las flores, como leitmotiv, representadas en distintos medios, ya sea en neones, sobre grandes pliegos de papel para filmación o como collages formados por una especie de memorabilia: panfletos, dibujos, recortes y revistas de 2010- 2011, cuando empezaba la relación con dicha persona. Con estos gestos, el artista intenta expresar sus emociones, la tristeza y la sensación de pérdida, de una forma alegre aunque melancólica. La flor representa un gesto de humildad, la flor es la alegría, pero también el duelo. La flor de neón en el piso está cortada, el artista se arrodilla para recogerla, y la ofrece como gesto de despedida.
Acompañada de un texto titulado Homenaje “kitsch” a la perdida, escrito por el curador Abdiel D. Segarra Ríos, esta exposición, sin duda, muestra un lado más sensible de Madera, como él mismo dice, son un “soft Madera”. Lejos del juego de palabras, del “slang”, del reguetón y del degenere que normalmente vemos en su obra, en esta serie de obras, el artista se abre a enseñar su ser más profundo y, de forma honesta, compartir la tristeza desde el gozo y la alegría.