BAILANDO EN LA OSCURIDAD
CURATED BY AURÉLIE VANDEWYNCKELE
NOVEMBER, 2020 - FEBRUARY, 2021
Verónica Bapé - Nicole Chaput – Tahanny Lee Betancourt - Gabriel Rosas Alemán – Alejandra Venegas
Atrás de mis pieles, a escondidas, espero el grandioso crepúsculo.
Es cuando se marchita su último rayo, como un umbral mágico, que percibo mi destino.
No será un nuevo lugar sino formas de mover, habitar y ver el presunto desierto nocturno.
Será presencia y ausencia. Vestigio de un caleidoscopio en la oscuridad, memorias sabrosas del ensueño.
Bailando en la oscuridad reflexiona sobre las relaciones con los lugares más íntimos de nuestras vidas cotidianas: el cuerpo y el cuarto. La exposición reúne a 5 artistas cuyas obras sondean la polivocidad del habitar; desarrollando la posibilidad del cuerpo-habitación, cuerpo-habitado y cuerpo-habitable. Imaginando una noche artificial, se recorre la interioridad de este cuerpo-lugar como condición de creación y la penumbra como un espacio y tiempo de transformación de lo real.
De esta intimidad nace un juego con la emancipación y la poesía de la disciplina pictórica donde los soportes y las técnicas son partidarios del accidente y de la fragilidad. Se manifiestan así las tensiones que existen como el sustrato de las obras, revelando estados de ánimo y de discordia. Son múltiples las figuras que pueblan la exposición, pueden ser tan inocentes como malignas, desdibujando constantemente la realidad.
En Nagual transformándose de Verónica Bapé, una alquimia nocturna opera a través de la materialidad sumamente frágil de la obra, aludiendo simbólicamente a una vida corporal pronto fugada. Tanto por su tamaño como por los movimientos imperceptibles que residen en ella, ésta dialoga con las discretas Parejas de noche de Gabriel Rosas Alemán. Nos encontramos frente a monocromos desobedientes, los cuales al acercarse, se vuelven una combinación de formas y siluetas cuyas infinitas potencialidades crean un entorno íntimo y casi erótico.
El diálogo entre lo carnal y lo sensual se extiende aquí dentro de un mundo mágico poblado por huéspedes ajenos. Obras como las de Nicole Chaput o de Tahanny Lee Betancourt seducen en primera instancia por su atmósfera onírica, pero las criaturas y las memorias que alojan tienen un aroma más complejo. Son rituales del propio cuerpo fragmentando. De la misma forma, observamos una búsqueda mística en el trabajo de Alejandra Venegas con sus paisajes compuestos de colores intensos que invitan a la meditación y cuya verticalidad participa en una reflexión contemporánea sobre la noción del horizonte. El paisaje puede ser interior, puede ser desconocido.
En Bailando en la oscuridad se narran y se descifran varias historias veladas. Las obras retratan poéticamente la mirada emocional que tenemos en nuestro entorno familiar, creando un constante desplazamiento que deja lo suficiente a la imaginación para acercarnos a lo invisible, a nuestro doble incómodo o a la sombra de la cual nunca nos podemos librar. Un pretexto para pensar su otredad.
Aurélie Vandewynckele. Nov 2020.